¿Puedo recuperarme sol@ de un TCA?
Vamos a ver los diferentes niveles de apoyo externo que pueden ayudar a una persona a recuperarse (por si lo dudabas: es posible) de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), desde el hacerlo “todo por tu cuenta” al contratar un acompañamiento personalizado 1:1 y… Lo haremos a través de símiles y metáforas con los que estoy segura lo entenderás y podrás tomar una decisión sobre tu proceso.
Niveles de ayuda externa para recuperarse de un TCA
Para empezar… Vamos a imaginar que en lugar de recuperarte de un TCA, lo que quieres es hacer un viaje…
Quieres llegar desde A Coruña (por decir algo, digo dónde yo estoy) a Cádiz (por poner un punto opuesto y, que además para mí simboliza la recuperación, pero eso te lo cuento en… mi libro).
¿Podrias hacerlo tú sol@ sin tener ni un mapa ni un GPS?
Tal vez sí… Podrías intentar orientarte con los carteles de la carretera, preguntando por aquí y por allá (con el detalle de que quienes te respondan pueden estar o no equivocados…). No obstante, lo que supongo que no dudas es que tendrás que dar muchas vueltas y rodeos, con todo lo que eso implica:
- Más gasto económico que invertir en un GPS o un mapa
- Más tiempo que tardas en llegar (y como nuestro tiempo no es infinito, menos que te queda para disfrutar del destino)
- Más momentos de angustia, de sentirte perdid@, de perder la esperanza en lograrlo, de ganas de rendirte…
Volviendo a la recuperación, en este caso estaríamos hablando de transitar el proceso completamente solo, únicamente con el apoyo de algún amigo o familiar (sin conocimientos explícitos en TCA), de posts en redes sociales o blogs sobre el tema, podcasts, vídeos y consejos que vas “capturando por aquí y por allá”…
Para empezar… Vamos a imaginar que en lugar de recuperarte de un TCA, lo que quieres es hacer un viaje…
Quieres llegar desde A Coruña (por decir algo, digo dónde yo estoy) a Cádiz (por poner un punto opuesto y, que además para mí simboliza la recuperación, pero eso te lo cuento en… mi libro).
¿Podrias hacerlo tú sol@ sin tener ni un mapa ni un GPS?
Tal vez sí… Podrías intentar orientarte con los carteles de la carretera, preguntando por aquí y por allá (con el detalle de que quienes te respondan pueden estar o no equivocados…). No obstante, lo que supongo que no dudas es que tendrás que dar muchas vueltas y rodeos, con todo lo que eso implica:
- Más gasto económico que invertir en un GPS o un mapa
- Más tiempo que tardas en llegar (y como nuestro tiempo no es infinito, menos que te queda para disfrutar del destino)
- Más momentos de angustia, de sentirte perdid@, de perder la esperanza en lograrlo, de ganas de rendirte…
Volviendo a la recuperación, en este caso estaríamos hablando de transitar el proceso completamente solo, únicamente con el apoyo de algún amigo o familiar (sin conocimientos explícitos en TCA), de posts en redes sociales o blogs sobre el tema, podcasts, vídeos y consejos que vas “capturando por aquí y por allá”…
Sigo preguntando: ¿podrías hacerlo tú sol@ sin un GPS que tenga la habilidad de reconducir la ruta, resolverte dudas sobre tu situación y dirección particular… pero sí con un mapa (de esos de papel, muchas carreteras y letra pequeña)?. Lo que sería un libro sobre TCA (con capítulos que abordan los diferentes obstáculos de la recuperación, herramientas…), un curso o serie de vídeos sobre el tema… Una visión más amplia y ordenada pero todavía no personalizada.
Es más probable que lo consigas que en el caso anterior, y que te lleve menos tiempo y sufrimiento pero… ¿Y si tienes un GPS actualizado y disponible para guiarte en tu propio camino? Un acompañamiento profesional (psicólogo y/o nutricionista especializado) podemos ser esa orientación y de hecho, así es como me presento a la hora de trabajar con alguien. Fíjate que soy un GPS y no un chófer que te lleva, la idea es que eres tú quien conduce, quien se empodera y aprende la ruta (o de lo contrario, siempre estarías perdid@ independientemente de dónde estuvieses).
Voy a complicar un poco más la metáfora haciéndola “más real”: quieres ir de A Coruña a Cádiz porque sólo allí puedes recibir la medicina que necesitas para sanar de una enfermedad que te está robando la salud física y mental. Cada uno avanza por la carretera a su ritmo pero, cuánto más tardes en llegar, más resentida se verá tu salud junto a los gastos de tiempo y dinero… Las dos primeras de esas tres cosas, son las más valiosas que tienes en esta vida y… si la tercera era un obstáculo para no pagar por esa ayuda, “la gasolina y el sufrimiento están más caros”…
Pero y si lo mío "no llega a ser un TCA"... ¿puedo mejorar mi relación con la comida sin ayuda profesional?
Niveles de ayuda externa para mejorar una mala relación con la comida
*Me encantaría profundizar aquí en esa fina línea entre mala relación con la comida y TCA, pero el artículo se haría eterno (y además y una vez más, puedes leer sobre ello en mi libro, con otra metáfora para variar); así que simplemente vamos a definir esa mala relación con la comida como: ver los alimentos en líneas de bueno/permitido-malo/no permitido, sentir culpa después de comer, pasar mucho tiempo pensando/planificando tus comidas o bien leyendo sobre alimentos, viendo recetas, vídeos de qué como en un día, sentir que es la comida la que te controla a ti y no al revés, tener un balance mental entre “lo que te mueves y lo que comes”…
Dado que sanar esa relación pasa por saber escuchar, entender y responder a las necesidades del cuerpo y de la mente; el símil que te propongo para ilustrar si podrías o no hacerlo sol@ es el siguiente:
Quieres aprender a tocar un instrumento (al fin y al cabo, la música es un idioma que requiere conectar la habilidad física y las acciones con el conocimiento teórico) y, con la misma escala que en el supuesto anterior, tus opciones son:
- Hacerlo todo sol@: invertir gran cantidad de tiempo en buscar recursos para aprender (blogs, posts, vídeos, podcasts…), confiar en la veracidad de esos recursos que encuentras, ir incorporando aprendizajes sin ningún orden definido…
- Inscribirte en un curso o adquirir un libro donde esté todo un poco más ordenado, aunque sigue sin resolverte tus dudas particulares que pueden estar lastrándote en el objetivo o incluso impidiéndotelo del todo.
- Buscar un profesional que te guie en el proceso desde el punto en el que estás ahora, preparando las siguientes lecciones acorde a lo que tú personalmente necesitas, apoyándote en las dificultades a medida que van surgiendo…
*Me encantaría profundizar aquí en esa fina línea entre mala relación con la comida y TCA, pero el artículo se haría eterno (y además y una vez más, puedes leer sobre ello en mi libro, con otra metáfora para variar); así que simplemente vamos a definir esa mala relación con la comida como: ver los alimentos en líneas de bueno/permitido-malo/no permitido, sentir culpa después de comer, pasar mucho tiempo pensando/planificando tus comidas o bien leyendo sobre alimentos, viendo recetas, vídeos de qué como en un día, sentir que es la comida la que te controla a ti y no al revés, tener un balance mental entre “lo que te mueves y lo que comes”…
Dado que sanar esa relación pasa por saber escuchar, entender y responder a las necesidades del cuerpo y de la mente; el símil que te propongo para ilustrar si podrías o no hacerlo sol@ es el siguiente:
Quieres aprender a tocar un instrumento (al fin y al cabo, la música es un idioma que requiere conectar la habilidad física y las acciones con el conocimiento teórico) y, con la misma escala que en el supuesto anterior, tus opciones son:
- Hacerlo todo sol@: invertir gran cantidad de tiempo en buscar recursos para aprender (blogs, posts, vídeos, podcasts…), confiar en la veracidad de esos recursos que encuentras, ir incorporando aprendizajes sin ningún orden definido…
- Inscribirte en un curso o adquirir un libro donde esté todo un poco más ordenado, aunque sigue sin resolverte tus dudas particulares que pueden estar lastrándote en el objetivo o incluso impidiéndotelo del todo.
- Buscar un profesional que te guie en el proceso desde el punto en el que estás ahora, preparando las siguientes lecciones acorde a lo que tú personalmente necesitas, apoyándote en las dificultades a medida que van surgiendo…
Termino para que tú reflexiones
Tal vez lo tengas más claro ahora, tal vez sigas teniendo dudas, tal vez quisieras ese acompañamiento personalizado pero no puedes permitírtelo… En cualquiera de los tres “tal vez”, aquí estoy por si puedo ayudarte: guiándote 1:1 en tu proceso, resolviendo dudas a través de los datos de contacto o divulgando en redes sociales, en este blog y en librerías.
Me encantará saber si me has leído y si te ha ayudado o parecido interesante, puedes contarme en mis redes sociales
